Fans del vacuno, fans de reconocer el valor de lo nuestro


 

De vez en cuando nos gusta detenernos a reflexionar para conocer más en detalle sobre el tratamiento y bienestar de nuestro querido vacuno. Aspectos que la gran mayoría de los ciudadanos desconoce sobre una realidad vital y laboral llena de esfuerzo y dedicación por parte de todos cuantos participan en la cadena para que podamos disfrutar de la mejor carne del mundo. Y también la más respetuosa con el bienestar animal.

Base de la cadena para el consumo de carne de vacuno, los ganaderos han participado de forma esencial en la evolución del sector, que ha cambiado a pasos agigantados. Por varias razones: por conciencia social, por exigencias de los consumidores y, en consecuencia, por el propio sistema de producción y distribución. Son ellos los primeros interesados en el correcto funcionamiento del eslabón que lideran en la cadena de alimentación, redundando este hecho en su propio y directo beneficio. ¿Quién si no ellos se van a emplear tan a fondo, económica y físicamente, tal y como requiere el sector?

Además de esta fuerte conciencia de sacar adelante el negocio, sumamos las correspondientes exigencias y controles de las administraciones, regidas por altos e inapelables estándares a cumplir. De hecho, actualmente existe un proyecto de Real Decreto para la gestión del ganado bovino. En él, se regulan cuestiones que van desde la alimentación, la salud y el bienestar de los animales hasta las instalaciones y el transporte de los mismos al matadero. Piensos, antibióticos, controles sanitarios, vacunas, análisis de sangre, dimensiones mínimas de las instalaciones, higiene y desinfección son algunos de los aspectos específicos sobre los que se llevan a cabo minuciosos controles. Controles que no solo llevan a cabo las autoridades españolas, sino también Europa, con un rigor y exigencias muy por encima del de otros territorios y estados.

Quintos del mundo en exportación de carne de vacuno de la mejor calidad.

Además, tampoco podemos olvidar otro tema que ya hemos explicado en este espacio para los fans del vacuno, la trazabilidad, proceso de seguimiento de los animales a lo largo de todos los momentos, para conocer por dónde ha pasado, por quién, cuándo y en qué condiciones, para que cuando nos sentemos a la mesa podamos tener la tranquilidad de comer calidad y seguridad alimentaria.

Los datos que expone el Centro de Comercio Internacional son alentadores para el sector, pues sitúa a España como el quinto país del mundo que más carne exporta, por lo que es uno de los productos favoritos de los fans del vacuno no solo de nuestro país, sino de todo el Planeta. Y para hacerlo posible, hay que valorar también el cumplimiento de las exigencias particulares que posee cada país, en forma de permisos y certificados, para poder comercializar la carne de vacuno. Nuestro país es exigente a la hora de exportar e importar la carne, y eso se nota por la demanda de los nuevos mercados donde nuestra carne de vacuno ya triunfa, como en los países de la península Arábiga o del Sudeste asiático.

Como fans del vacuno que somos, probablemente coincidiremos en que queremos que se nos ofrezca el mejor producto posible. El que no solo cumple con las normas para la distribución, sino también aquellas dirigidas a proteger el bienestar animal. Si de algo debemos estar orgullosos es de la calidad de nuestra carne y el esfuerzo de los ganaderos, distribuidores, carniceros y otros muchos para conseguir que nos llegue la mejor carne, la irresistible para nosotros.

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