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Norte de España; materia prima 5 estrellas
El norte siempre es un acierto para los amantes de la buena comida, pues es uno de nuestros paraísos de la alta cocina y de los amantes de los restaurantes con estrella Michelin.
Empezando por Galicia, no puedes irte de aquí sin probar la Carne o Caldeiro, carne cocinada en caldero, normalmente de cobre y servida en platos de madera para mantener la temperatura. Se pueden usar diferentes carnes como ternera, falda, costilla o jarrete, tú eliges.
Si viajas a Asturias es obligatorio degustar el típico Cachopo: un enorme filete empanado y relleno de jamón o de cecina, y de algún queso típico de la región. Aunque los más atrevidos pueden probar distintas variedades de relleno, siempre deliciosas.
Los hermosos valles y llanos donde se crían las terneras de Navarra nos ofrecen una carne tierna y jugosa, perfecta para la elaboración del Estofado de ternera a la navarra, un must en esta visita.
Llegamos al País Vasco, tierra reconocida a nivel mundial por su gastronomía. Un plato muy popular y típico es el Sukalki (“hecho en casa o guiso” en euskera), y como su propio nombre indica, no es más que un guiso, un estofado o un ragú de ternera con patatas y verduras.
Turismo rural y de interior: recetas con lo mejor de la tierra
En Castilla la Mancha, más concretamente en Toledo, la Carcamusa es el guiso típico. Casi siempre acompañado de patatas, lo puedes encontrar como tapa en bares de la ciudad o la región.
En la capital, una de las grandes maravillas de la cocina tradicional española, que nunca pasa de moda, son los Riñones de ternera a la madrileña.
Rosbif de lomo de ternera al Pimentón de la Vera. Poco más que añadir a una exquisitez extremeña elaborada con productos de la tierra y carne muy tierna.
En Aragón aprovechan las excelentes carnes del Pirineo oscense para preparar el Redondo de ternera.
Si lo tuyo es la casquería entonces coge tu maleta y visita La Rioja para probar la Lengua de ternera en salsa.
No puede faltar el chuletón de Ávila, especialmente el que se hace en la Sierra de Gredos. El secreto no es otro que contar con una materia prima de primer nivel.
Las islas
Tras disfrutar una mañana en las playas de agua cristalina en las islas Baleares, nada mejor para recuperar fuerzas que el Pastel de carne mallorquín, se sirve frío y es perfecto para cualquier menú.
Mientras que en las islas Canarias es obligación degustar la Ropa vieja al estilo canario. Un plato de la llamada cocina de aprovechamiento, de la que tanto saben nuestras abuelas.
Sur de España: degusta la rica historia andaluza
Uno de los destinos estrella para un buen veraneo no puede quedarse atrás en gastronomía. En Andalucía encontramos el Rabo de toro a la cordobesa, un plato sabroso y nutritivo donde destacan cualidades como alto contenido en hierro y proteínas, así como una escasa materia grasa.
Sabor Mediterráneo en un idílico paraíso
Cataluña tiene playa y montaña además del Fricandó de ternera, un estofado de ternera que se cocina con setas, principalmente moixernó o perretxico. El éxito de este plato tradicional reside en un buen sofrito y en usar carde de vacuno de calidad.
Valencia, donde el arroz es el ingrediente estrella de cada plato y a cualquier foodie se le caería la baba con el Arroz con pata de ternera.
La Costa Cálida es una de esas zonas mediterráneas cuyos sabores son un auténtico placer para los sentidos. En Murcia tenemos que pedir Ternera en salsa al estilo murciano, un plato tradicional presente en todos los bares servido en cazuelitas de barro.
¡Qué aproveche!
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